miércoles, 20 de noviembre de 2013

TURBO-CARGADOR


    Un turbo-cargador, también llamado turbocompresor, es un sistema rotatorio de sobre-alimentación de aire a presión para aumentar la potencia de motores de combustión interna diseñado para utilizar la energía de los gases de escape que han sido desperdiciados por los motores no turbo-cargados. El uso de un turbo-cargador surge de la necesidad de aumentar la potencia sin tener que aumentar el tamaño del pistón o incrementar la cantidad de combustible quemado en cada ciclo de trabajo y del número de revoluciones.



Componentes de un Turbo-cargador
    Está compuesto por dos turbinas, donde una usa la fuerza derivada de los gases de escape para girar o rotar sobre su propio eje y la otra turbina, debido a que recibe la fuerza rotativa de la primera, comprime la mezcla y la empuja dentro de los cilindros. Un turbo-cargador contiene los siguientes elementos: 

  1. Turbina del comprensor
  2. Mezcla que viene del carburador
  3. Mezcla comprimida que va hacia los cilindros
  4. Eje o flecha
  5. Cubierta de la turbina
  6. Turbina del cargador
  7. Salida de gases de escape hacia el sistema exterior
  8. Cubierta del comprensor
  9. Rodaje, balero o cojinete
  10. Entrada de gases de escape

Ventajas de los Turbo-cargadores.

    Permite aumentar la potencia de un motor existente, sin la necesidad de hacer mayores cambios.

    Contribuye al rescate de la energía, ya que usa como medio propulsor los gases de escape del motor.

   Añade poco volúmen y peso al motor, lo que permite encajarlo a un vehículo sin modificaciones externas, debido a que depende de la presión entre los gases de escape y el medio ambiente se auto-ajusta a cualquier altitud sobre el nivel del mar.


Como funciona el Turbo-cargador de un vehículo

    El principio básico que rige el funcionamiento de este aparato es el siguiente: el turbo se encarga de comprimir aire antes de que este ingrese en los cilindros, donde se produce la detonación de la mezcla (combustible y aire). Al comprimir aire, se puede introducir una mayor cantidad de este y combustible. Esto hace que mejore la mezcla, que sea más rica, por lo que la detonación tiene mayor fuerza, y consiguientemente se incrementa la potencia del motor. 

    Sencillamente, el turbo permite que se queme más combustible en el motor. El aumento de la presión en los cilindros que genera la aplicación del turbo va de 6 a 8 psi (libras por pulgada cuadrada). Para ilustrarlo de forma simple, la presión ambiente es de 14.7 PSI, por lo que este fenomenal aparato consigue ingresar hasta un 50 por ciento más de aire dentro del motor. Aquí debemos aclarar que esto último no significa que la potencia aumentará en un 50 por ciento, ya que entra en juego el rendimiento, la eficiencia, del turbo. El incremento de potencia posible oscila entre un 30 y un 40 por ciento.

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